Las almohadas son una parte esencial de nuestro descanso, pero muchas veces no les prestamos la atención que merecen. Con el tiempo, acumulan polvo, ácaros y bacterias, lo que puede afectar tanto la higiene como la calidad del sueño. Entonces, ¿cada cuánto deberíamos cambiarlas?
¿Cuándo es el momento de cambiar tu almohada?
La mayoría de los expertos recomiendan reemplazar las almohadas cada 1 a 2 años, dependiendo del material y el uso. Aquí hay algunas señales de que es hora de una nueva:
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Pérdida de soporte: Si tu almohada ya no recupera su forma o se siente apelmazada, puede estar afectando tu postura al dormir.
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Manchas o mal olor: Con el tiempo, las almohadas absorben sudor, aceites y polvo, lo que puede provocar malos olores y manchas amarillentas.
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Alergias o problemas respiratorios: Si despiertas con congestión nasal, estornudos o picazón, tu almohada podría estar acumulando ácaros o alérgenos.
Tipos de almohadas y su durabilidad
Cada tipo de almohada tiene una vida útil diferente:
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Memory Foam: Puede durar entre 2 y 3 años, ya que su estructura es más resistente y se adapta mejor con el tiempo.
Link de la almohada -
Plumas o Plumón: Con buenos cuidados, pueden durar hasta 3 años, pero requieren sacudirse regularmente y ventilación.
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Microfibra o Poliéster: Son ligeras y de fácil mantenimiento,. Se recomienda cambiarlas cada 1 a 2 años para garantizar un buen soporte.
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Consejos para prolongar la vida de tu almohada
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Usa fundas protectoras para evitar la acumulación de polvo y humedad.
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Lávalas periódicamente según las instrucciones que te brindamos.
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Déjalas airear al sol cada cierto tiempo para mantenerlas frescas.
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Asegúrate de esponjarlas y redistribuir el relleno regularmente.
Invertir en una almohada de calidad y renovarla a tiempo mejora tu descanso y bienestar. Si notas alguna de estas señales, tal vez sea momento de cambiar la tuya. ¡Tu descanso lo agradecerá!
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